
El Estado Nacional surge como una respuesta a lo que Redondo percibía como la decadencia de España, marcada por la inestabilidad política, la lucha de clases, los movimientos separatistas y el avance del liberalismo y el marxismo. Su objetivo es proponer una alternativa radical: un modelo de Estado autoritario, nacionalista y corporativista que restaure la grandeza histórica de España y garantice la justicia social sin caer en los extremos del capitalismo o el comunismo. La obra refleja la influencia de las ideas fascistas europeas, aunque adaptadas al contexto español, con un fuerte énfasis en la tradición católica y la identidad nacional.