
El primer problema que una sensibilidad ha de resolver es el trazado general de
su actitud en presencia de la vida. Los vocablos si, no y la duda se adhieren a nosotros sin darnos cuenta de ello, diríase que sin preceder noticia alguna de su significación. Son voces de significado ingénito en el hombre, como si justamente con el soplo inicial de ser formasen la materia creadora de
vidas racionales.